Ser oso, ¿es sentirse haciendo el oso? la constante paradoja de ser gay y hacerse el marica
- Ciudad de Osos
- 16 ene 2018
- 3 Min. de lectura
Autor: Draco Argento.
Aún en pleno siglo XXI la gente sigue temiéndole a lo que no conoce o no comprende. Ser gay en Colombia en este época no es fácil (si bien es cierto que hemos... ejemmm "avanzado") aún no falta que alguien nos quiera perseguir con una turba iracunda llena de antorchas llevándonos de tour por aquellos tiempos amenos de la inquisición. Pero mi punto no es hablar de la falta de tolerancia ni de la homofobia, estos temas ya han sido tratados hasta el cansancio y creo que no hay aportes novedosos que se puedan realizar. Mi punto clave a tratar es: ¿si estamos llevando a cuestas la responsabilidad de representar a esta comunidad utópica y policromática que tanto nos regodeamos de pertenecer? Por una vez al año, toda la comunidad decide unirse en un desfile conjunto en donde todas las variantes de la minoría "lesbianagaybisextravestransforasexualosoheterodisidente" mediante un acto público, busca hacer escuchar una voz opacada por pensamientos arcaicos y por tradiciones religiosas. Si bien es un acto mediático que en palabras vulgares nos da bombo y platillos, y le da a la ciudad el chance de mostrarse como espacio incluyente, no representa su real intensión (hablo en nombre propio y no del espacio que me cede el lugar para esta publicación). Lo siento, un tipo en tanga y ligueros bailando en un tubo y chapeto hasta la madre no proyecta lo que yo quiero mostrar a la sociedad. Entonces, si un evento de tal magnitud no me representa, ¿qué espero o qué debo hacer para mostrar que no soy un (enfermo/desviado/pedófilo/inserte aquí cualquier otro apelativo ofensivo que le hayan dicho), solo por ser algo que va "en contra" de lo moral y éticamente establecido? Veámoslo por el lado positivo, ser gay nos hace especiales, no la tenemos fácil, luchamos contra decepciones familiares (sí mamá, es más fácil que me convierta al cristianismo a que tengas un nieto), nos encasillan y etiquetan como si fuéramos fabricados en serie (siento decepcionarte, la maestría en estilo, tendencias y fashionismo no es lo mío, sin ofender a quienes tengan vocación por ella), ni mucho menos por que me guste un hombre, quiera decir que me guste el 100% de la población masculina (aquí cito de manera jocosa el típico amigo hétero que se ofende porque uno le dice que no le gusta). ¿Lo ven? La propia sociedad que busca de manera algo dramática el exterminio, ¡nos forja a ser sobrevivientes y luchadores! Entonces, ¿qué estamos haciendo para mostrar esto? ¿Por qué no dejamos de etiquetarnos nosotros y de clasificar a aquellos que han pasado por lo mismo pero que no podemos aceptar por status/pirámide social/o gustos personales? Viene aquí ese término de los que pocos gustan hablar pero que es tan común y tan propio de esta comunidad: endofobia. Pues sí, tanto alegamos por ser aceptados y nos discriminamos entre nosotros mismos... vea pues. La vaina aquí no es solamente decir: hey, unámonos y mostremos lo que somos, que nos acepten cual cajita feliz con todo el combo que llevamos. El punto del asunto es reflexionar (y créanme que aunque suene a vaciada esto también va por mí), pensar qué es lo que yo como individuo muestro a diario, en mi entorno cotidiano, qué es lo que hago como gay para mostrarle a los demás que no soy un ser espacial de otra dimensión, sino que soy un ser humano, con virtudes, defectos, responsabilidades, dramas y súmele todo aquello que nos hace ser personas, unidas (aquí viene la parte melosa del asunto) por ese sentimiento maravilloso que es el amor hacia otro ser humano. Estoy orgulloso de ser gay aunque a veces, lo admito, me cansa ser gay. Pero eso es parte de una elección que tomé, de tener los cojones de ser firme ante lo que creo, ante lo que me hace ser yo y demostrar día a día que somos mucho más que lo que una etiqueta pueda hacer para clasificarnos. Para finalizar esta pequeña diarrea mental, puedo admitir que algunos puntos de este escrito pueden ser contradictorios, no soy un letrado empedernido, ni tampoco tengo como interés generar debates candentes sobre el tema. Solo una breve reflexión de que somos y lo relevante de manifestar aquello que es importante para todos. Agradezco a #CiudadDeOsos por dar chance y abrir estos espacios de expresión y opinión, y de paso invitar a los demás a ser participes de este algo en construcción. PD: Si herí susceptibilidades, lo siento, el anonimato de Internet lo patrocina pero no es intencional.
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